La familia constituye el núcleo de la sociedad, representa el tipo de comunidad perfecta, pues en ella se encuentran unidos todos los aspectos de la sociedad: económicos, jurídicos, socioculturales, etc.
Durante el franquismo, las relaciones de la familia se basaban en la jerarquía:
la mujer está supeditada al varón, y los hijos a los padres. Era la sumisión de la mujer al varón, convirtiéndola en su sombra. Su función consistía en hacerle agradable la vida, cuidar de la casa, engendrar sus hijos y procurarle placer; “era el reposo del guerrero”.
En la España actual se observa cómo transcurren las vidas cotidianas de las mujeres que todavía viven como amas de casa como hicieron sus madres y abuelas, dedicando todo su tiempo a su familia. También hay mujeres que han elegido dedicar su vida a su carrera, ganan su propio dinero, viven a veces en pareja y a veces solas, sin hijos.También hay muchas mujeres que intentan combinar esos dos tipos de vida y buscan un compromiso entre ambas. Muchas de ellas luchan contra lo imposible para cuidar la casa a la vez que trabajan.
Con la emancipación de las mujeres, ganando poco a poco su independencia, también llegan desventajas. Muchos hombres no pueden controlar esa nueva libertad femenina. No lo aceptan. Todos los días podemos escuchar en la prensa un nuevo caso de violencia contra una mujer.
Hoy en día prevalece todavía la mentalidad machista del franquismo y se trabaja para desmitificar el concepto de “hombre macho”. Para poder acabar con el abuso de mujeres se debe acabar con el machismo.
La familia está orgánicamente unida a la sociedad, en este sentido, transforma la sociedad, es revolucionaria al provocar cambios sustanciales. En la familia se hacen ciudadanos, y éstos encuentran en ella la primera escuela de las virtudes que engendran la vida y el desarrollo de la sociedad.
Está fundada en el amor, y esto es lo que mueve a todos sus miembros a construir día tras día una comunidad siempre renovada, en la cual todos tienen igual dignidad e importancia. Es por ello que la familia es el lugar por excelencia donde todo ser humano aprende a vivir en comunidad con actitudes de respeto, servicio, fraternidad y afecto. Es en la familia donde se aprende el rol a desempeñar y donde podemos transmitir el modelo de hombre y erradicar el machismo. 
Hemos de recuperar nuestro poder y también los hombres tienen que re-descubrirse.
La madre es la gran transmisora de valores con su actitud ante las posturas machistas. Nunca debemos tolerar que nuestra pareja nos humille. Es nuestro deber conquistar nuestra libertad y nuestra igualdad para transformar nuestra sociedad.
MUJER, EXPANDE TUS ALAS Y VUELA ALTO
PARA QUE NUESTRA SOCIEDAD EVOLUCIONE.
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